miércoles, 1 de marzo de 2017




Terje Rypdal



Rypdal nació en Oslo, hijo de un compositor y director de orquesta. Estudió piano clásico y trompeta como un niño, y luego se enseñó a tocar la guitarra cuando entró a su adolescencia. Comenzando como guitarrista de rock influenciado por Hank Marvin con The Vanguards, Rypdal se volvió hacia el jazz en 1968 y se unió al grupo de Jan Garbarek y posteriormente al sexteto y orquesta de George Russell.


Un paso importante hacia la atención internacional fue su participación en el festival de jazz libre en Baden-Baden, Alemania, en 1969, donde formó parte de una banda liderada por Lester Bowie.


Durante sus estudios musicales en la universidad y el conservatorio de Oslo, él llevó la orquesta de la versión noruega de la música de vanguardia experimental.


Es un guitarrista y compositor especializado en los estilos de jazz, música clásica y world music.


Aunque comenzó influenciado por el rock de vanguardia, Rypdal dio un viraje a su carrera profesional hacia el jazz en 1968.


Su principal obra ha sido editada con el sello alemán ECM. Las colaboraciones de Rypdal como guitarrista y compositor con otros artistas de ECM han sido comunes, por ejemplo, con Ketil Bjornstad y David Darling en 1990.


Rypdal se ha convertido, con el paso de los años, en un reconocido e importante miembro de la comunidad jazzística nórdica, europea y del mundo entero.


Sus composiciones "Last Nite" y "Mystery Man" fueron presentadas en la película de Michael Mann Heat, e incluidas en la banda sonora del mismo nombre.


Rypdal se casó (1969-1985) con la cantante noruega Inger Lise Andersen / Rypdal, y tuvieron dos hijos, el auditor Daniel (1970) y el músico de la electrónica Marius (1977)


Rypdal se casó de nuevo en 1988 con Elin Kristin Bergei (nacida el 28 de mayo de 1955). Tienen dos hijos: Ane Izabel (1988) y el guitarrista Jakob Rypdal (1989). Ellos (a partir de 2013) viven en Tresfjord.


Yo, Gilberto Medina Casillas, lo conocí a mediados de 1978, su álbum “Whenever I Seem To Be Far Away”, me hizo una propuesta estética sorprendente, la cual me capturó irremisiblemente.


Sus caídas y desplazamientos en un espacio oscuro donde los sonidos de su increíble guitarra, entre sonidos de alientos metales esotéricos y ritmos de un muy refinado jazz, describían signos estelares, fue para mí un fantástico descubrimiento. este músico me cautivó para siempre.








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