Es
un grupo de rock de Reino Unido que se formó en Birmingham en 1964. Su primera
voz fue Denny Laine, que más adelante sería compañero de Paul McCartney en
Wings. También participaban en el grupo Graeme Edge (batería), Ray Thomas
(flauta y voz), Clint Warwick (bajo y voz) y Mike Pinder (teclados).
Sus
comienzos fueron como una banda de R&B típica de la Inglaterra de la época,
y sacan su primer single, “Steal Your Heart Away”, en septiembre. No fue hasta
su segundo single, “Go Now with the Moody Blues”, cuando prueban las mieles del
éxito y ventas, lo que les permite salir de gira, hacer las Américas y editar
su primer LP, “The Magnificent Moodys” (Go Now en Norteamérica).
Su
segundo trabajo, “Days of Future Passed” (1967), representó un enorme cambio en
los planteamientos musicales y un enorme éxito. Hoy es considerado uno de los
mejores discos de la historia, habiéndose reeditado en multitud de ocasiones.
El disco contenía una de sus canciones más exitosas, Nights in White Satin.
La
concepción del disco fue un cúmulo de aciertos y casualidades. La compañía
discográfica buscaba una versión rock de la sinfonía de Antonín Dvořák Sinfonía
del Nuevo Mundo. Pretendían con ello potenciar y rentabilizar los nuevos
aparatos estéreo de los estudios. Los Moody Blues, sin conocimiento de la
discográfica y con la buena vista del productor, Tony Clark, lo convirtieron en
una obra personal (con la orquesta perfectamente ensamblada); un álbum
conceptual que fue el disco más representativo de lo que en esos años se llamó
rock psicodélico.
Otros
discos de éxito fueron “On the Thresold of a Dream” (1969), “A Question of
Balance” (1970) o, su último gran éxito, “Long Distance Voyager” (1981). El
resto es historia, con los Moody Blues funcionando hasta el siglo XXI, con
cambios (Mike Pinder abandonó la banda; Ray Thomas se retiró de la música) y
reconversiones, pero convertidos en unos clásicos del rock.
El
primer sencillo del grupo, Steal Your Heart Away, lanzado en septiembre de
1964, no llega a figurar en el hit parade británico. Su siguiente sencillo,
"Go Now", realizado en noviembre de 1964, cumplió con todas las
expectativas del grupo y más, alcanzando el primer lugar en Inglaterra. En
América, se coloca en el número 10. El deseo de la banda es continuar en la
línea de éxitos, pero era más fácil decirlo que hacerlo.
El despegue esperado se da cuando Dream Records, un sello de Decca
Label, en 1967, decide que necesita un disco de larga duración para promover su
nuevo equipo de sonido Deramic Stereo.
The Moody Blues es escogido para el proyecto propuesto, y les encargan elaborar los arreglos de una versión en rock de la clásica Sinfonía del Nuevo Mundo, de Antonín Dvořák; inmediatamente ellos convencen al productor y al ingeniero para abandonar el material propuesto y permitir al grupo usar una serie de sus propias composiciones que denominaban “Un día arquetípico, de la mañana a la noche”. Estos aceptan, y, usando las cintas de la nueva música realizada por la banda, con arreglos de orquesta sinfónica ejecutados por el conductor Peter Knight, se realizó el álbum “Days of Future Passed” (1967), el cual se volvió un hito en la historia del grupo. La mezcla de rock y los sonidos clásicos era nueva; al principio confundió a la compañía discográfica, pero se convenció y el disco fue producido y sacado a la venta. Este álbum, y sus Nights in White Satin y Tuesday Afternoon, enganchadas armónicamente en el álbum, dieron como consecuencia el siguiente disco, “In Search of the Lost Chord” (1968); en este nuevo proyecto la banda desecha la orquesta en favor del mellotron, que rápidamente se volvió parte del sonido de la banda.
En 1969 salen a la luz dos nuevos discos, “On the Threshold of a Dream” y “To Our Children’s Children’s, Children”; el grupo se encuentra a sí mismo realizando algo importante, y así lo sienten ellos mismos. Trabajan en el estudio con un nuevo proceso llamado overdubbing; con él, empiezan a crear música que correspondía realmente al trabajo de 20 o 30 integrantes de The Moody Blues.
The Moody Blues es escogido para el proyecto propuesto, y les encargan elaborar los arreglos de una versión en rock de la clásica Sinfonía del Nuevo Mundo, de Antonín Dvořák; inmediatamente ellos convencen al productor y al ingeniero para abandonar el material propuesto y permitir al grupo usar una serie de sus propias composiciones que denominaban “Un día arquetípico, de la mañana a la noche”. Estos aceptan, y, usando las cintas de la nueva música realizada por la banda, con arreglos de orquesta sinfónica ejecutados por el conductor Peter Knight, se realizó el álbum “Days of Future Passed” (1967), el cual se volvió un hito en la historia del grupo. La mezcla de rock y los sonidos clásicos era nueva; al principio confundió a la compañía discográfica, pero se convenció y el disco fue producido y sacado a la venta. Este álbum, y sus Nights in White Satin y Tuesday Afternoon, enganchadas armónicamente en el álbum, dieron como consecuencia el siguiente disco, “In Search of the Lost Chord” (1968); en este nuevo proyecto la banda desecha la orquesta en favor del mellotron, que rápidamente se volvió parte del sonido de la banda.
En 1969 salen a la luz dos nuevos discos, “On the Threshold of a Dream” y “To Our Children’s Children’s, Children”; el grupo se encuentra a sí mismo realizando algo importante, y así lo sienten ellos mismos. Trabajan en el estudio con un nuevo proceso llamado overdubbing; con él, empiezan a crear música que correspondía realmente al trabajo de 20 o 30 integrantes de The Moody Blues.
La
banda se encuentra en una etapa de metamorfosis e inician una nueva vida con el
disco “A Question of Balance” (1970), donde el grupo toma la decisión de tocar
en conciertos, reduciendo su dependencia del sistema overdubbing dejando la
responsabilidad del trabajo en el grupo y haciendo más pesado su sonido.
Resultado de esta decisión es el disco denominado “Every Good Boy Deserves Favour” (1971), tal vez uno de los mejores álbumes del grupo.
A este disco le sigue “Seventh Sojourn” (1972). La tensión de las giras de presentación y el trabajo de grabación de cinco firmes años empiezan a pasar la factura, y al término de una extensa gira internacional la banda decide tomar un descanso que finalmente dura otros cinco años más.
Durante este lapso sin reunión del grupo, Hayward y Lodge grabaron un álbum a dúo que tuvo mucho éxito, “Blue Jays” (1975), mientras que los demás miembros de la banda realizaron únicamente discos sencillos.
Resultado de esta decisión es el disco denominado “Every Good Boy Deserves Favour” (1971), tal vez uno de los mejores álbumes del grupo.
A este disco le sigue “Seventh Sojourn” (1972). La tensión de las giras de presentación y el trabajo de grabación de cinco firmes años empiezan a pasar la factura, y al término de una extensa gira internacional la banda decide tomar un descanso que finalmente dura otros cinco años más.
Durante este lapso sin reunión del grupo, Hayward y Lodge grabaron un álbum a dúo que tuvo mucho éxito, “Blue Jays” (1975), mientras que los demás miembros de la banda realizaron únicamente discos sencillos.
Para
1977 el grupo decide reunirse para grabar nuevamente; sin embargo, Pinder, que
se había cambiado a vivir a California durante el receso de la banda,
únicamente se une con ellos para grabar el álbum “Octave” (1978), pero no
participa en las giras de presentación del mismo, siendo sustituido en ellas
por el músico Patrick Moraz, un excelente teclista, que realiza su trabajo con
mucho éxito. Con este álbum, The Moody Blues vuelve a figurar en las listas del
hit parade en ambos continentes.
El
grupo sigue la inercia temporal de trabajo con un nuevo disco, llamado “Long
Distance Voyager” (1981), más popular y de más éxito que el anterior;
continuaron con “The Present” (1983), un trabajo bien recibido por los fanes
del grupo, pero por este tiempo un cisma estaba empezando a desarrollarse entre
la banda y la comunidad crítica. Aunque ellos continuaron alcanzando los
niveles medios de las listas de popularidad e incluso ascendieron
razonablemente cerca de la cima con el sencillo de Hayward "In Your
Wildest Dreams" (1986), que es completado en álbum de larga duración por “The
Other Side of Life” (1986), un disco realizado por todo el grupo.
A finales de los años ochenta, The Moody Blues transitaba al borde de su energía musical; ellos se percibían como un grupo nostálgico que ya había cumplido sus mejores épocas, pero teniendo un público muy numeroso; aun así, sacan a la luz un álbum más, denominado “Sur La Mer” (1988).
A finales de los años ochenta, The Moody Blues transitaba al borde de su energía musical; ellos se percibían como un grupo nostálgico que ya había cumplido sus mejores épocas, pero teniendo un público muy numeroso; aun así, sacan a la luz un álbum más, denominado “Sur La Mer” (1988).
La
magia se apodera de ellos nuevamente y la década de los noventa nos volvió a
dar más de la música de The Moody Blues, y la inician con “Keys of the Kingdom”
(1991).
En 1994, una recopilación en un juego de cuatro CD llamado “Traveller Time” (1994) fue lanzado por su discográfica. Un nuevo esfuerzo fructifica con un disco llamado “Strange Times” (1999), al que le siguió un álbum grabado en un concierto en vivo que el grupo dio en el Royal Albert Hall (2000) que los colocó al fin en el sitio de honor que merecían, al ser reconocidos por toda la comunidad musical inglesa y mundial. En el año 2001 nos ofrecieron su más reciente grabación, que recibió el nombre de “Journey to Amazing Caves” (2001), un álbum de música muy fina y que nos indica que la fuerza y el poder de la magia de The Moody Blues continúan.
En el 2018 fueron introducidos al Salón de la Fama del Rock.
En 1994, una recopilación en un juego de cuatro CD llamado “Traveller Time” (1994) fue lanzado por su discográfica. Un nuevo esfuerzo fructifica con un disco llamado “Strange Times” (1999), al que le siguió un álbum grabado en un concierto en vivo que el grupo dio en el Royal Albert Hall (2000) que los colocó al fin en el sitio de honor que merecían, al ser reconocidos por toda la comunidad musical inglesa y mundial. En el año 2001 nos ofrecieron su más reciente grabación, que recibió el nombre de “Journey to Amazing Caves” (2001), un álbum de música muy fina y que nos indica que la fuerza y el poder de la magia de The Moody Blues continúan.
En el 2018 fueron introducidos al Salón de la Fama del Rock.
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